miércoles, 28 de octubre de 2009

El "Caballerito " de Lekeitio

Al mediodía del 22 de mayo de 1747, nace en Lequeitio, don Ignacio Vicente de Loperena y Artaza, Sarauza y Urlezaga.

Procedente, por su padre, de Casa solar en Azpeitia, Guipuzcoa y por madre de la Villa de Lekeitio, Bizkaia.

Como buenos paisanos del Patrón de Guipuzcoa, bautizaron al niño con el nombre de Ignacio, " ya por la devoción su casa, ya por conformarse con la costumbre casi universal de Guipuzcoa, especialmente de Azpeitia".
Y Vicente, por San Vicente de Ferrer (1350 - 1419), que predicó en Lekeitio, su representación, aparece sobre el púlpito de la basílica, representado por "alas", porque esta considerado como el " ángel del Apocalipsis".

Apenas trasvasa la niñez, y transcurren las mañanas de sus días infantiles entre " ayudar Misas, asistir al Aula, rezar a la Virgen y a sus dos Santos predilectos" y por las tardes " después del Aula, en rezar parte del Rosario, sobre la que había rezado en la Clase, en tener oraciones, encomendarse a la Santísima Trinidad, leer libros espirituales y asistir a los Oficios Divinos, siempre que podía". Y no tranquila su conciencia con el deber religioso tan ampliamente cumplido a la luz solar, " se levantaba a media noche para entregarse más a Dios en la oración y coloquios".

Estudia, Ignacio,en la Escuela que la Compañía de Jesús regenta en Lequeitio. No pisa mas camino que el que conduce a los Jesuitas y a la Iglesia Parroquial. Y mientras sus condiscípulos brincan por las calles y se zambullen entre las lanchas del puerto, el pequeño Loperena, con unción mística, aprende de memoria Salmos e Himnos religiosos, " especialmente el Tantum ergo".
Pierde a su padre a los once años; su madre había muerto en su primera niñez, y pasaron a vivir con el y con una hermana mas niña Rafaela ( casada posteriormente en 1765 con D. José Ignacio de Unzeta y Ansotegui), su tía Doña Elena de Urezaga y su prima-hermana doña Thomasa.
Beatíficamente transcurre el tiempo, y preocupados los tutores de la educación, deciden llevarlo al Real Seminario de Nobles de la Compañía de Jesús de Calatayud para que " aprenhendiera a ser Caballero, arraigándose más en el Christianismo". Previas las pruebas de nobleza, ingresa en el R. Seminario el 7 de Diciembre de 1761.





Estudia, con calor, "Rethorica, Mathematicas, Geographia, Poesia y Oratoria"; pero quieren, también, sus tutores que se aplique en los " bayles, espada y música". Le cuesta el hacerlo, porque " su anterior inclinación havia dido del todo opuesta a estas diversiones, y su educación contraria del todo a estos exercicios". Obedece con el alma saturada de obediencia.

El aspero aprendizaje de los "bayles, espada y música", duro poco: a los ocho meses de ingresar se siente enfermo. Diagnostican los médicos su malestar de "hipocondria" y sugieren el enviarle a Lequeitio a respirar los " ayres natales ". No pudo ser; agrava rápidamente y es ya imposible el proyectado viaje.
Le administran el Santo Viático y deja este mundo el 25 de agosto de 1762 rezando aquellos himnos que de niño estudio con tanto empeño.
" Mañana a esta hora havre visto a Dios......si Dios quiere", había vaticinado a la seis de la tarde del día anterior, con la fe de un cristiano y la corrección de un caballero.
Al enterrarlo guardaron dentro del ataúd un pergamino con el nombre y la fecha de la defunción. Más adelante solicitaron sus parientes el traslado del cadáver a Lequeitio. (Según lapida mármol marrón en pared sur de la capilla de la Vera-Cruz de esta Basilica de Lekeitio fechada 1763).
Fue tan intensa espiritualmente la vida del joven Loperena, que el P. Agustín Abad, S. J., Rector del Seminario, le dedico un pequeño libro para que sirviera de ejemplo a los Caballeros estudiantes. El 7 de diciembre de 1762, ¡ en el aniversario exacto del ingreso de Loperena en el Seminario!, firmaba el P. Pedro Navarro. Propósito Provincial de la Compañía de Jesús n la provincia de Argón, la licencia para su impresión.

Es un libro raro. No lo citan Palau, AllendeSalazar, Sorarrain y Areitio. La única referencia que se conoce es de D. Carmelo Echegaray en el tomo de Vizcaya de la " Geografía del País Vasco - Navarro", en donde al reseñar los hijos ilustres de Lequeitio (pag 892), escribe: " Ignacio de Loperena, que falleció a los 16 años el 25 de Agosto de 1762 en el seminario de Nobles de Calatayud y cuya vida fue escrita por el P. Agustín (sic) de la Compañía de Jesús ".
El ejemplar ( que posee J. de Y.) esta encuadernado en pergamino mide 150X100 m/m., tiene XXIV+77 paginas, con la portada reproducida al principio.
Acontecimientos del siglo XVIII
Nota consistorial :
1768/08/28
Permiso y licencia dada por el Consejo, Justicia y Regimiento de la Villa de Lekeitio en 28 de Agosto de 1768, por ante Domingo de Uscola Escribano Real A D. Joseph Ignacio de Unzeta, para que se pusiese inscripción , o epitafio al sepulcro jaspe sito en la capilla de la Veracruz de la Parroquia de Santa María de dicha Villa; donde yacía su cuñado D. Iganacio Vicente de Loperena, de conocida virtud, como confiaba de su vida y empresa en Calatayud, donde falleció a 25 de Agosto de 1762, en el Seminario de Nobles de la Compañía de Jesús .